Top cinco contaminantes en detergentes convencionales

contaminantes en detergentes

Hoy en el blog de Biobel os vamos a contar los cinco ingredientes contaminantes en detergentes que no solo deberías evitar en tus productos de limpieza, sino también en tus cosméticos y alimentos ¡porque algunos de ellos están incluso en nuestra comida!

¿Os acordáis de esos anuncios de televisión donde salía una joven mujer tendiendo en un prado unas blanquísimas sábanas de las que casi podíamos oler su perfume a flores del campo? Pues lamentamos deciros que ese perfume y esa blancura no son naturales y a tus hormonas y al medio ambiente le están costando la vida.

1. Sodium Laureth Sulfate

El primero de ellos, por ser uno de los más conocidos, son los sulfatos. El Sodium Laureth Sulfate, primordialmente.

No solo se encuentra en tu detergente de la ropa, sino que está en los champús y geles de baño ¡incluso en los de bebés! Casi siempre los encontrarás bajo los epígrafes de ‘no más lágrimas’. Esto es porque su hermano mayor, el Sodium Lauryl Sulfate es altamente irritante para los ojos, mientras que este no lo es y es mucho más suave para la piel, por eso se usa en detergentes para pieles delicadas.

Pero más allá de su suavidad con la piel, esa diferencia de palabra, el -eth, significa que este ingrediente ha pasado por un proceso de etoxilación con óxido de etileno.

El óxido de etileno es un disruptor endocrino y cancerígeno probado. De hecho su uso está prohibido en cosmética como ingrediente, pero no como traza.

Si miras tus productos de belleza y los limpiadores del hogar que contengan ingredientes etoxilados podrías preguntarte ¿Cuántas trazas es necesario de un probado carcinógeno para que se convierta en un ingrediente?

Y si no sabes qué productos de tu hogar son etoxilados, solo tienes que mirar aquellos que acaben en -eth (oleth, pareth, mireth, laureth, ceteareth…), aquellos que tengan las iniciales PEG o PPG seguidas de un número. A veces en vez de PEG lo pone con palabras: polietileno (polyethylen) o algún derivado de la misma.

Por todo ello, la IARC de la OMS que estudia el cáncer ha catalogado este ingrediente como Probado carcinógeno en humanos, Grupo 1.

Otro de los tóxicos que contiene este ingrediente es el 1,4-Dioxano. Es un subproduto restante de la etoxilación y está presente en la mayoría de los detergentes con este ingredientes. Otros contaminantes que van asociados a estos ingredientes etoxilados son formaldehído, nitrosaminas y ftalatos.

2. Isotiazolinonas

El Kathon es un conservante resultante de la mezcla de dos isotiazolinonas. Se utiliza preferentemente en la industria cosmética a concentraciones 3-15 ppm y en productos de limpieza de uso doméstico.

Se trata de un sensibilizante importante en nuestra vida privada y profesional que genera casos de dermatitis alérgica de contacto (DAC) que afectan principalmente a la cara y al dorso de las manos.

3. Blanqueadores ópticos

Otros de los ingredientes preocupantes, sobre todo a nivel medioambiental son los blanqueadores ópticos.

La ropa blanca, con el tiempo y el uso tiende a amarillear. Los blanqueadores ópticos de los que presumen los detergentes en los anuncios de la televisión no son ni más ni menos que residuos que se quedan pegados a las fibras de tus prendas y que reflejan la luz, de forma que parecen más blancas.

No se les ha eliminado el amarilleamiento, solo se han recubierto con partículas que reflejan la luz y la hacen más blanca a nuestros ojos. Estos químicos, por tanto, se quedan en nuestras prendas blancas y están en permanente contacto con nuestra piel.

El problema es su alta toxicidad y su larga duración en el medio ambiente, ya que no son biodegradables.

De hecho, si pudiéramos ver el detergente con luz ultravioleta lo veríamos fluorescente.

Para lograr esa fluorescencia se necesita gran cantidad de ingredientes, como las imidiazolinas, las benzoxazolinas o los bisfenil-estilbenos, por citar algunas de las más tóxicas.

4. EDTA o ácido etilendiaminotetraacético

Es un agente quelante que encontramos en muchos productos, desde la cosmética hasta los detergentes pasando por las conservas alimentarias bajo el epígrafe E- 385. Su difícil biodegradabilidad, además de sus efectos adversos sobre la salud, ha hecho que el sello de la Unión Europea, Ecolabel, lo haya prohibido.

Y no es para menos, teniendo en cuenta que el 33% de los detergentes llevan este ingrediente que tanto daño hace a nuestra naturaleza…

Por supuesto, nuestra certificación Ecocert no lo permite ¡Y nosotros nunca lo usaríamos, puedes estar seguro con los productos Biobel!

5. Fragancias sintéticas.

Y no podemos finalizar este pequeño listado (por desgracia hay muchos más tóxicos de los que os podríamos hablar) sin mencionar las fragancias sintéticas.

Las fragancias sintéticas no solo contienen moléculas aromáticas que provienen del petróleo (y cuya producción es poco limpia para el medio ambiente), sino que bajo el epígrafe ‘aroma’ podemos encontrar miles de sustancias, muchas de ellas disruptoras endocrinas, de las cuales las empresas no estamos obligadas a proporcionar datos al consumidor (nosotros sí lo hacemos, pero la Ley no nos obliga).

Hoy vamos a centrarnos en uno de los tóxicos que se esconden bajo la palabra ‘parfum’: los ftalatos.

Estos ingredientes presentes en los plásticos, pinturas, productos de limpieza y en los cosméticos, confieren una característica muy apreciada por los consumidores: la durabilidad del aroma.

Un detergente cuyo aroma dura días y días, y abres el armario a la semana siguiente y aún notas el aroma del detergente…, dale las gracias a los ftalatos, unos disruptores endocrinos que afectan a nuestras hormonas causando efectos en la tiroides, bajando la tasa de fertilidad, favoreciendo la obesidad y la resistencia a la insulina (diabesidad, la nueva enfermedad generada por estos tóxicos), alteraciones inmunológicas, asma, cáncer de próstata, malformaciones genitales congénitas…

De hecho, la Unión Europea esta muy preocupada por estos tóxicos tan omnipresentes que todos los tenemos en sangre (concretamente el 96% de las personas analizadas), tal y como demuestra el estudio de biomonitorización de la Unión Europea Democophes. Este estudio que se realizó de forma simultánea en toda la Unión Europea, arrojó unos datos nada alagüeños sobre la cantidad de metabolitos de los ftalatos que tenemos los españoles- Concretamente los niños y niñas de nuestro país tienen unas tasas de estos tóxicos seis veces mayor que la media de la Unión Europea.

Todos estos tóxicos, y otros muchos de los que aún no os hemos hablado, están en los productos que usamos a diario en la limpieza de nuestro hogar, contribuyendo a incrementar los niveles de toxicidad de nuestra familia y debilitando nuestro sistema inmunológico.

¿No tiene sentido, pues, limpiar nuestro hogar con productos saludables?

En Biobel ponemos el acento en crear productos que no solo sean saludables para tu familia, sino que contribuyan a un medio ambiente digno de ser heredado por nuestros pequeños.