¿Hay diferencias entre el vinagre blanco y el vinagre de limpieza?

diferencias entre el vinagre blanco y el vinagre de limpieza

Existen muchos tipos de vinagre en el mercado: blanco, de manzana, balsámico, de limpieza…y, aunque pensemos que todos son iguales -por el simple hecho de ser vinagre-, sus diferencias son evidentes. En este blog, vamos a centrarnos en las diferencias entre el vinagre blanco y el vinagre de limpieza,  que por apariencia, podrían ser los más similares.

El vinagre blanco es un tipo de vinagre que se elabora principalmente a partir de alcohol de cereales o de azúcar fermentado, mientras que el vinagre de limpieza -también conocido como vinagre destilado o industrial- se produce mediante un proceso de destilación del alcohol, dando como resultado un vinagre más concentrado y ácido.

Por ello, el vinagre blanco tiene una concentración de ácido acético que oscila entre el 4% y el 7%, mientras que el vinagre de limpieza suele tener una concentración más alta, rondando entre el 6% y el 10%. Esta mayor concentración de ácido acético lo hace más fuerte y adecuado para eliminar manchas difíciles y suciedad en superficies. Convirtiéndose en un producto totalmente efectivo para la desinfección de superficies y la eliminación de olores persistentes.

¿Cuáles son sus principales usos?

Existe una gran variedad de usos del vinagre de limpieza, entre los que podemos destacar destacar:

  • Limpiar y desengrasar superficies de la cocina como el fregadero, el horno y la vitro.
  • Limpiar y desincrustar moho y cal del baño de las mamparas, los azulejos y la ducha.
  • Abrillantar el acero inoxidable (plancha, cacerola, grifería…)
  • Higienizar y neutralizar olores de la lavadora, el lavavajillas, la fregona y las mascotas.

Y la pregunta del millón… ¿el vinagre de limpieza es apto para el consumo humano?

Otra de las diferencias entre el vinagre blanco y el vinagre de limpieza es su grado alimenticio. A diferencia del vinagre blanco comúnmente utilizado en la cocina –con una concentración de ácido acético entre el 4% y 7%-, el vinagre de limpieza al no someterse a los mismos estándares de calidad y seguridad alimentaria que el vinagre blanco destinado al consumo humano, puede contener impurezas o residuos no aptos para la ingestión y, por lo tanto, no es seguro para su uso alimentario.

Además, es importante tener en cuenta que el ácido acético, en una concentración superior al 10% no es apto para el consumo humano. Puede ser corrosivo y causar daño a los tejidos del cuerpo humano. Ingerir vinagre con concentraciones elevadas de ácido acético puede provocar quemaduras en la boca, la garganta, el esófago y el estómago.